martes, 12 de enero de 2010

muerte plena


Me diagnosticaron cáncer hace ya unos meses recuerdo ese momento de manera confusa y vaga como una caminata en medio de la niebla que levanta una tormenta de viento de repente, las palabras me llegaban como desde otro lugar muy lejano al que yo me encontraba pero las emociones emergían cercanas e intensas
Solo recuerdo que termine de oír el diagnostico y Corrí. A la salida, camine sin dirección alguna hasta que mis piernas cedieron y me senté en una plaza, el tiempo parecía haberse congelado en mi cabeza hasta que volví en si y mire a mí alrededor
Los chicos jugaban y corrían sin percatarse de mi presencia, los perros olfateaban la basura, un hombre reposaba en un árbol, una nena cortaba una flor y se le entregaba a su madre, una vida arrancada abruptamente por un capricho ajeno…al igual que mi vida la vida de esa flor había sido cortada sin previo aviso, solo de esa manera podía entenderlo y llore amargamente como lo hacia de pequeño cuando no quería entrar a casa para seguir jugando a la pelota.
Los primeros días fueron de furia estaba enojado con lo que el destino había decidido arrebatarme, estaba enojado con el mundo y sus posibilidades infinitas que para mi estaban veladas, con mi alrededor y sus cambios de actitud, podía sentir la lastima derramarse de sus ojos. Después permanecí días en silencio imbuido en mis pensamientos, conciliar el sueño parecía imposible todo en lo que podía pensar era en cuantas cosas me perdería, cuantas había visto y querría seguir viendo, ¿cuantas cosas desconocidas la vida estaría negándole a mis ojos? Esta idea me resultaba insoportable
Quizás fue esta actitud la que ayudo a mi deterioro lo cierto es que los médicos decidieron empezar la quimioterapia antes de lo previsto debido al avance que el cáncer estaba haciendo en mi cuerpo y no tarde en perder el pelo, como una irónica imagen de mi vida diluyéndose, el dolor no era mas insoportable que esta observación, los médicos hablaron a mi familia como si yo estuviera entregándome a la enfermedad y esa actitud debía cambiar para que mi situación no empeore…
¿Era posible que eso estuviera sucediéndome?
Yo ahora pensaba con furia en aquellos que elegían el suicidio, yo iba a morir por que una enfermedad así lo decidía y cientos de personas deciden morir por elección propia eso si que sonaba injusto o tal vez en el fondo esa idea me resultaba atrayente, al menos ellos tenían elección, ellos elegían sobre su propia vida o mejor dicho sobre su propia muerte, yo no tenia esa elección
Tal vez estaba realmente entregándome, tal vez contemplaba el suicidio como aquel que va a ser ejecutado y se mata antes para ser el mismo el que termine con su vida
Pero no no era esto lo que me empujaba, no era entrega sino la resignación ante lo repentino, yo había planeado mis proyectos a futuro, futuro que nunca me alcanzaría…ahora parecía que al futuro no llegaría a verlo, esa brusquedad me había inmovilizado, lo impredecible de la muerte me había sorprendido, uno imagina su muerte como algo lejano y sueña con ser la excepción de la humanidad y que eso no nos suceda, imagina su muerte como de causa natural en la ancianidad después de una vida plena, pero acaso la muerte de todos no es impredecible?
Que hay del chico que muere sin siquiera entender de que se trata vivir? sin dar su primer beso, sin llorar por alguien, sin sentirse decepcionado
Que hay de una bomba estallando sobre una casa y llevándose a sus habitantes? Sin tiempo a prepararse y saber que esta sucediendo
Que hay de un accidente en la ruta? De una asalto a mitad de la noche? De un ahogado en medio del rio? De un incendio repentino? Acaso en todos los casos la muerte no es siempre impredecible?
Yo solo era una variante mas de la muerte, claro morir sabiendo que estamos haciéndolo es mucho mas aterrador, sobre todo si esa muerte seria gradualmente dolorosa y mientras uno puede ver su familia desgarrarse ante la idea de la perdida, pero también me permitiría otras cosas, la conciencia de la muerte me hizo abrirme ante la vida, todos sabemos que vamos a morir pero pocos estamos concientes que mientras tanto estamos vivos, que nadie esta exento de que la muerta nos sorprenda sin haber vivido plenamente, que la plenitud no tiene nada que ver con los años que permanecemos vivos.
Vivir plenamente significa ser conciente de esa vida que poseemos, de entregarse pero no a la muerte sino a la vida y sus emociones, a los torbellinos de angustia, a los días de llanto, a las horas de ocio, a ser libres conductores de nuestra vida, a gritar cuando haga falta y parar si es necesario, a buscar nuevos caminos y perderse si traerá eso nuevas rutas, a soltar cuando es debido a agarrarse de la vida, a mentir si es necesario, a decirnos la verdad a nosotros mismos, a buscar un poco mas de lo que en frente se nos presenta, a abandonar aquellas cosas que solo nos causen peso, a cometer algunas locuras y a ser racional para entender algunas.
En estos meses que han pasado desde el día del primer diagnostico tuve tiempo de dejarme llevar por la intensidad de mis días y si la muerte quizás llegara prematuramente pero pude vivir con conciencia estos días.
Hoy estoy en la camilla y no hay tiempo para salir a experimentar nada mas, cientos de cosas habrán quedado sin realizarse pero aun así no me siento desafortunado
La sensación es ambigua y se todos podemos ser sorprendidos por la muerte
Y se no existe cura aun para el cáncer pero si hay cosas que pueden evitarse
Evita aferrarte a la vida solo cuando ella este por terminarse



patricia rojo

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